Nadie se escapa. Es un hecho. No hay quien pueda escapar de la influencia de los medios de comunicación. Lo que vemos, leemos y oímos nos condiciona y afecta a nuestra forma de entender el mundo, de construir la realidad. Nadie escapa tampoco de las redes sociales. Si no tienes Facebook, Twitter… no existes.
Hoy en día los medios están más presentes que nunca gracias a las nuevas tecnologías y recibimos cantidades ingentes de información. Sin embargo, la mayor cantidad de contenidos no implica necesariamente que estemos mejor informados.
Parece que ahora las tornas están cambiando muy rápido y hay quien no tiene muy claro su papel. Algunos periodistas, o que personas que dicen serlo, parecen querer convertirse en los protagonistas de las noticias, en vez de en quienes informan de ellas. Y los ciudadanos de a pie ya no se conforman con ser simples espectadores, ahora quieren – y pueden – interactuar con los medios, ser parte de ellos.
Las nuevas posibilidades de participación pueden ser muy positivas, pero hay que ser cuidadosos. Es muy fácil decir cualquier cosa desde el anonimato sin tener en cuenta las consecuencias. Tener un blog no convierte a alguien en periodista. Yo no lo soy. Al menos no aún. Estudio periodismo y sí, he terminado haciéndome un blog. Ya os lo he dicho. Nadie se escapa. Yo tampoco. ¿Qué voy a poner aquí? Para empezar mis prácticas de clase (no las juzguéis con mucha dureza solo estoy empezando). También pondré noticias que me parezcan curiosas, artículos de opinión, reflexiones, cualquier cosa que crea que os pueda interesar…
Como estamos atrapados en esta misma tela de araña ¿os quedáis un rato conmigo? Intentaré poner cosas que os entretengan y os hagan pensar. Espero que os guste el blog. Gracias por entrar.