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miércoles, 25 de julio de 2012

"Creo que los sueños nos impactan para que busquemos la magia"


C.G. Bernabé, escritor

El autor eldense habla sobre su nuevo libro Félgora y el secuestrador de sueños y da algunos detalles sobre la saga

N. Carpena/ Elche

Aún no llega a la treintena y el escritor eldense César González Bernabé ya ha publicado cuatro libros, ha escrito tres relatos, y ha sido guionista y director de una obra de teatro. Su originalidad, su capacidad para sorprender al lector y su cuidada escritura convierten al prolífico autor en una de las grandes promesas de la narrativa española y su obra está alcanzado dimensión internacional. Los dos libros de su saga Félgora, ambientada en el mundo onírico, se venden en países como México o Guatemala, e incluso en Los Ángeles, EEUU.  Aplaudido por crítica y público, César González acaba esta semana la gira de promoción de Félgora y el secuestrador de sueños, la segunda parte de esta serie, pero lejos de tomarse unas vacaciones ya está trabajando en el tercer libro, y, por si fuera poco, está escribiendo un cortometraje. “Hay un nervio que me hace escribir, escribir y escribir. Me hace falta, y además llega a ser aditivo”, explica.
Pregunta. Ha escrito mucho en un período de tiempo muy corto, ¿cómo lo consigue?
Respuesta. Hay que llevar una planificación sólida y una disciplina. Cuando escribes no hay nadie que te dé palmaditas, nadie que te ponga un horario o que te diga cómo hacerlo. Es soledad. A la gente le cuesta entender que seas tú mismo el que se planifique todo y que seas tan estricto con eso. Con El secuestrador de sueños pasé seis meses de locura.
P. ¿Por qué fue tan duro?
R. Me metí de lleno en la novela. La editorial me propuso escribir la segunda parte de Félgora y queríamos sacarla en un periodo cortísimo de tiempo. Estaba viviendo en Oviedo y pasé seis meses sin salir. Podría contar con los dedos de la mano las veces que salí para despejarme. Fue muy intenso. Ahora, con la tercera parte, me lo estoy tomando con más calma. 
P. ¿Ha empezado ya a escribirla?
R. Por ahora estoy planteándome todo. Trazando en líneas generales la historia, dándole vueltas. El proceso de planteamiento es muy difícil porque tengo que tomar notas de los dos libros, escribir primero el borrador general, el esquema, después leerme las dos obras y empezar a tomar apuntes de ambas. Si ya fue compleja la segunda parte, la tercera va a ser un caos. 
P. ¿Es muy cuidadoso con los detalles?
R. Hay que ser muy cuidadoso porque si no trazas bien la historia tú mismo te pierdes. Hay que estructurarlo todo bien. Yo no sé todo cuando empiezo a escribir. No conozco cada punto. Pero sí sé dónde van los personajes y cómo termina la historia. Hay que tener una guía general. Yo llevo notas de todo. Tengo una página para cronologías y otra para personajes, incluso tengo agenda para cada uno de los personajes. También he incluido muchos detalles que unen los dos libros de Félgora
P. ¿Qué clase de detalles?
R. Las dos novelas tienen el mismo número de capítulos, los títulos están relacionados, los capítulos tienen el mismo número de palabras y están relacionados con el siguiente. Hay párrafos que están en los dos libros. Por ejemplo en el capítulo 28 de un libro hay un párrafo que también está en el capítulo 28 del otro y está ahí por algo. Yo soy muy loco para todo eso. 
P. ¿Es cierto que la saga Flor de Iris también está relacionada con Félgora?
R. Sí, de hecho no solo Flor de Iris sino también los proyectos hipocampo: Las viudas de Tarmaso, Los hijos de Amor y Miedo y El huerto secreto. En El secuestrador de sueños incluso aparecen los nombres de esos cuentos, con una relación un poco especial, y también aparecen situaciones y personajes que acontecieron en La ilustradora de Lena Gladir. La unión que existe es que todo ocurre en el mismo universo y por tanto todo está relacionado.
P. La estructura de Flor de Iris está clara: siete novelas más una que las vincula a todas. ¿En el caso de Félgora hay un número establecido de novelas?
R. Flor de Iris está mucho más estructurada. Félgora es más orgánica. Obviamente la historia ya está trazada. No es que haya dicho “bueno como la primera ha tenido buena acogida voy a escribir otra”. Incluso, hay una parte de El secuestrador de sueños, creo que es el capítulo ocho, en la que he tomado unos escritos que tenía que escribí cuando tenía dieciséis años. Pero no sé cuántas partes tendrá Félgora, por ahora tres seguro. Todo depende de cómo evolucione.
P. La saga está adquiriendo un tono más adulto. 
R. Sí, y en El secuestrador de sueños la historia es más seria, más madura. El libro es diferente, incluso he tenido que rebajar un poco la crudeza de algunos pasajes para que al público que le había gustado la primera parte pudiera engancharse a esta, sobre todo el público juvenil. Parece que la fantasía siempre va destinada a los adolescentes, pero no es así, y menos en el tema onírico. Todo el mundo sueña. 
P. ¿Qué otras diferencias existen entre Félgora y el secuestrador de sueños y Félgora y la Antesala del olvido?
R. Hay un cambio muy importante. Mucha gente me preguntaba por la continuidad de los personajes. Yo siempre he dicho que no esperen las respuestas en seguida. Muchas veces nos empeñamos en que es más importante que el escritor responda a las preguntas que dejó en el otro libro que sorprender con otras preguntas, que, incluso, pueden llevar a más al final.
P. ¿Eso es lo que busca cuando lee un libro, que le sorprenda?
R. Lo principal que me entretenga. No soporto los libros en los que llevo 30, 40, 50 páginas y el ritmo es lento, no hay dinamismo y la historia va arrastrando. Creo que las historias tienen que estar escritas para activar, que tú cojas el libro y vivas. La fórmula tiene que ser vivaz, que te mueva.
P. ¿Cuáles son sus autores o libros de referencia?
R. Michael Ende y La historia interminable. No he encontrado otra novela que tenga tantos planos de lectura diferentes. Tiene una historia lineal  con un trasfondo de materia filosófica y psicológica muy rico. Ese libro me fascinó y de pequeño lo odiaba. En el colegio me obligaron a leerlo y no podía con él. Lo cogí hace un par de años y me quedé blanco de lo bueno que era. Como autora admiro muchísimo a J.K. Rowling porque ha logrado lo imposible, que ha sido rescatar a la literatura. Otra referencia es Alessandro Baricco, por la forma tan mágica que tiene de escribir. 
P. La historia interminable destaca por hacer partícipe al lector del relato, que es algo que usted también busca en sus novelas.
R. Yo no quiero escribir por escribir. Yo no podría escribir por encargo. Escribo para compartir y para pasármelo bien. Por eso me gusta que haya una implicación del lector y por eso a las novelas que escribo les añado ese tono casi de juego de rol. En Félgora intento hacer partícipe al lector de que él podría llegar a la antesala y en Flor de Iris intento hacer que el lector crea que en cualquier momento él puede ser otro elegido.  No quiero que se cierre el libro y se olvide. 
P. En Félgora y la antesala del olvido es muy fácil identificarse con Tomás. Es una persona corriente. Está cansado de su vida, de su trabajo y entra en otro mundo, el mundo de los sueños. 
R.  Es un personaje que quiere escapar de su rutina y le llega una liberación. Todo el mundo sueña con una liberación. Incluso los que tienen una situación muy buena siempre sueñan que les ocurra algo extraordinario que les cambie la vida y que les active. En este caso, Tomás encuentra la liberación en el mundo de los sueños, que es algo accesible. Todo el mundo sueña. Todo el mundo podría acceder a la antesala y encontrar esa liberación. 
P. ¿Cree que los sueños nos influyen en la vida cotidiana?
R. Más que influir en la vida cotidiana lo que hacen es dar pequeñas pistas para mantenerte alerta. Todo el mundo recuerda sueños que le han marcado de algún modo. También buscamos una relación de los sueños con la vigilia. El por qué hemos soñado algo. Creo que lo que nos ocurre en realidad es que los sueños nos impactan para que busquemos la magia.

viernes, 29 de junio de 2012

La historia de los imperfectos trabajadores de una redacción

Crítica de Los imperfeccionistas de Tom Rachman

Los imperfeccionistas trascurre en la sede de un periódico internacional de habla inglesa pero situado en Roma. Por medio de la historia de este periódico y la de sus trabajadores Tom Rachman retrata el mundo del periodismo escrito, el día a día, sus procedimientos, dificultades y, ante todo, los desafíos que plantea internet en pleno siglo XXI.

El diario, cuyo nombre no aparece en toda la novela, está condenado al fracaso porque no ha sabido adaptarse a los cambios. Muchos de los personajes que en él habitan pertenecen a otro tiempo. En pleno 2007 el periódico no cuenta ni siquiera con una página web debido a que Herman Cohen, corrector jefe, se negó en rotundo ya que consideraba que “Internet es a las noticias lo que las bocinas de los coches a la música”. Kathleen Solson, redactora jefa, intentó en vano conseguir los fondos necesarios para la creación de una edición digital y otras mejoras, y para seguir contando con corresponsales o colaboradores en el extranjero, pero sus peticiones fueron rechazadas por el Grupo Ott, dueño del diario. Aun siendo consciente de la complicada situación en la que se encuentra el medio, Kathleen encuentra la forma de defenderlo en una rueda de prensa: “No puedo decir si dentro de cincuenta años publicaremos en el mismo formato o en el mismo soporte. De hecho, lo que probablemente os puedo decir es que no publicaremos de la misma forma, que estaremos innovando igual que estamos innovando ahora. Pero os puedo asegurar una cosa: los noticiarios sobrevivirán y la información de calidad siempre gozará de reconocimiento”. A pesar de los esfuerzos de sus trabajadores (aunque no del director, que vive ajeno a las vicisitudes relativas al negocio de su familia), el periódico, “ese informe diario de la estupidez y la brillantez de la especie”, termina cerrando.

El libro está escrito por, para y sobre periodistas. Retrata, con cierta ironía, cómo es por dentro el mundo de la prensa escrita. Los protagonistas son arquetipos, podrían retratar a muchos de los trabajadores de las redacciones de periódicos de todo el mundo. La novela muestra el verdadero procedimiento periodístico, los filtros por los que tiene que pasar un artículo antes ser publicado, los distintos puestos de trabajo existentes en una redacción y en qué consisten, además de los retos de la labor periodística: la obtención de fuentes, las dificultades para conseguir de un entrevistado las respuestas precisas, los problemas para desenvolverse en un país extranjero, la necesidad del conocimiento de idiomas, y, sobre todo, la búsqueda de la credibilidad. También da muestras del lenguaje y los métodos de los periodistas con sentencias como “A nadie le está permitido hablar, pero lo hacen de todos modos: lo llaman filtración”.

Pero a pesar de ser un retrato crítico de la profesión y de la situación actual de los medios de comunicación si tuviera que definir el tema de Los imperfeccionistas diría que es el drama personal de la vida cotidiana. La novela es, ante todo, una historia humana. Retrata a los trabajadores del periódico no sólo como periodistas sino como personas. Así se cuentan las historias personales de redactores, correctores, jefes de sección, corresponsales, redactora jefe, director… que en su mayoría están marcadas por el desamor o la pérdida. Los protagonistas luchan por seguir adelante y cumplir con su trabajo mientras, en muchas ocasiones, su vida personal se desmorona. Son seres imperfectos que intentan desempeñar su labor sin que les afecten las pequeñas – o no tan pequeñas- tragedias personales que viven. Traiciones matrimoniales, problemas económicos o la pérdida de un ser querido son algunos de los problemas que atraviesan los miembros de la redacción. Al lector le resulta fácil empatizar con los personajes ya que tienen los mismos miedos y esperanzas que la mayoría de la gente. El temor a la soledad, a envejecer, al olvido o la falta de autoestima, son algunos ejemplos de las preocupaciones de los protagonistas, que tienen también sueños tan comunes como conseguir un ascenso, el regreso a su país de origen, encontrar el amor, dejar el trabajo o, en el caso de Craig Menzies, conseguir una patente.

Cada uno de los personajes es el protagonista de un capítulo en el que se narra una parte de su vida, cómo es su trabajo en el diario y cómo interactúa con los demás. Por lo que cada relato da un punto de vista sobre la redacción y así se adquiere una visión más amplia del periódico que si la historia girara alrededor de un único personaje. Podríamos definir Los imperfeccionistas como una historia formada por muchas historias más pequeñas.

Entre los relatos de los miembros “actuales” de la redacción, se suceden los capítulos sobre la historia del periódico. Su misteriosa fundación por parte de Cyrus Ott, un hombre de negocios millonario – cuyos verdaderos motivos se revelan al final del libro, aunque pueden intuirse a lo largo de la historia-,  la evolución del medio a lo largo de cincuenta años, y su decadencia final, causada por la aparición de los medios digitales. Esta trayectoria hace reflexionar al lector sobre el futuro del periodismo.

viernes, 4 de mayo de 2012

Elda y Petrer, juntos y revueltos

La vida en los dos municipios converge casi totalmente y su límite geográfico no existe pero a día de hoy la unión es impensable


   Las poblaciones de Elda y Petrer, cuya separación es inexistente, vistas desde el castillo de Petrer / N. CARPENA

N. Carpena/ Elche

Caminar en línea recta por una misma calle, recorrer unos pocos metros y que cambie cuatro veces de nombre. El motivo: se ha pasado de una ciudad a otra y luego se ha vuelto a la primera. Esto ocurre en la frontera entre Elda y Petrer debido a que la delimitación de los municipios la marca una acequia  de riego oculta con una trayectoria muy irregular. Así la calle de Capitán Cortés de Elda se convierte en la calle Hernán Cortés de Petrer, después vuelve a ser de Elda, con el nombre de calle García Morato, para acabar de nuevo en Petrer, llamándose calle Andalucía. La unión entre las dos poblaciones es tal que, en muchas ocasiones, ni los propios vecinos saben dónde acaba una y empieza la otra. 

En el año 1969 hubo un intento de fusión. El resultado no pudo ser peor. Provocó la peor crisis que ha habido entre ambos ayuntamientos. La principal controversia estuvo motivada, precisamente, por el barrio de La Frontera. 

La Frontera
La limitación entre Elda y Petrer está hecha de tal forma que se puede decir que no solo están unidos, sino también revueltos. Calles que cambian una y otra vez de término municipal y de nombre, edificaciones construidas, muchas ilegalmente, entre las dos ciudades, un instituto, el Azorín, que aunque pertenece al término municipal de Petrer está a 80 metros de Elda, etc. En la actualidad, la zona de La Frontera no está aislada,  pero a finales de los años 60, el barrio estaba a unos dos kilómetros del casco urbano de Petrer, aunque pegado a Elda, cuyo crecimiento se desarrollaba en esta dirección. Un reportaje de La Verdad de 1969 recoge algunas anécdotas de los vecinos: “Aquí los únicos beneficiados son los perros. Los perros se escapan de sus casas de Elda y vienen a Petrer. Entonces el perrero de aquí no los puede recoger; lo mismo pasa en Elda”. El reportaje también se hacía eco de las deficiencias del barrio, como el alumbrado, el asfaltado o servicios de vigilancia y limpieza: “Cuando viene el camión de la basura de Elda es un poema. Muchas amas de casa quieren que se lleve sus desperdicios porque el de Petrer viene de uvas a peras”. El barrio creció con la llegada de manchegos, andaluces y murcianos atraídos por las posibilidades de trabajo. La Frontera progresaba, y sus habitantes cada vez se diferenciaban más de los del alto Petrer o “Petrer, Petrer”. 

La población de Elda también crecía debido a la atracción de la floreciente industria del calzado, pero había un problema: la ciudad se estaba quedando pequeña. Su área de expansión se aproximaba cada vez más a Petrer y Elda consideraba que el surgimiento del barrio de La Frontera se debía al desarrollo de su industria.

Una fusión fallida
El día 12 mayo de 1969 el Ayuntamiento de Elda celebró un pleno por el que de forma unilateral decidía solicitar la fusión con Petrer. En el municipio vecino nadie lo esperaba. La noticia apareció en los medios el 14 de mayo, día de San Bonifacio Mártir, patrón de Petrer. Aunque el pleno alegaba que la fusión beneficiaría a ambos municipios y que se trabajaría por la “prosperidad y grandeza de la nueva ciudad” también incluía un punto que fue tomado en Petrer como una amenaza: “El barrio de Petrer denominado ‘La Frontera’ es esencialmente producto del desarrollo de Elda y Elda tendrá que seguir creciendo […] por lo que, de no llegar la fusión, se vería obligada a intentar la segregación de parte del término de Petrer, para su incorporación al de nuestra ciudad”. Desde que la solicitud se hizo pública empezaron a proliferar en los medios cartas y declaraciones a favor y en contra. El presidente de la Diputación Provincial, Pedro Zaragoza Orts hizo unas declaraciones en La Verdad apoyando la fusión: “Todo lo que sea unir me parece bien, siempre que se respeten las características y personalidad de cada pueblo”. En Petrer, el rechazo al acuerdo fue unánime. En el pleno celebrado el 20 de mayo el alcalde, Pedro Herrero, declaró: “El acuerdo de esta corporación no puede ser otro que el de no tomarla en consideración, porque, viciada en su esencia por las clarísimas amenazas, no es dable a razonamientos ni se deduce en ella espíritu alguno de colaboración”. El Ayuntamiento de Elda respondió, el 7 de julio, aprobando una moción presentada por el concejal Cándido Muñoz Zafrilla. En ella, rectificaban. Exponían que no habían querido atentar contra las particularidades de Petrer, que todo había sido un malentendido y que estaban dispuestos a designar comisiones de los dos municipios para negociar la fusión. Pero lo más importante es que renunciaban a la anexión de La Frontera. La moción ponía de nuevo la pelota en el campo de Petrer. Petrer dijo no. Se mostró dispuesto a seguir colaborando con Elda, pero no a una fusión. El tema no se ha vuelto a plantear. Petrer y Elda seguirán estando juntos y revueltos pero no unidos.


África, más cerca de lo que parece

En Elda y Petrer viven diversas familias con niños africanos adoptados 

y el Grupo Abril y Abay ayudan a Kenia y Etiopía


N. Carpena/ Elche

Manuel no ha cumplido los siete años, al menos no oficialmente. En realidad podría tener siete y medio pero sus padres no lo saben. Ellos fueron los que eligieron  su fecha de nacimiento porque cuando nació no fue apuntado en ningún registro. Esto puede parecer extraño pero es frecuente en Etiopía, el país de origen  de Manuel. Él es uno de los niños adoptados por familias de Elda y Petrer.´

Elisa Amat, su madre adoptiva, explica cómo fue el proceso de adopción: “Dependiendo de la edad que tengas te dan un niño más pequeñito o más mayor, entonces a nosotros nos correspondía un niño de cuatro años para arriba”. Sin embargo, les dijeron que era posible que adoptaran a un niño de tres años. Tras la lectura del historial del niño y todos los pasos pertinentes ellos aceptaron. No obstante, Elisa cuenta que cuando vio la foto de su hijo ya se dio cuenta de que el niño no tenía tres años. La entrega de las fotografías a los padres adoptivos se realiza al final, porque es cuando más se sensibilizan. “Cuando lo vimos personalmente por supuesto pasaba por un niño de esa edad. Toda la ropa que le llevé le quedaba grande. Gastaba la talla 2 o 3, pero cuando lo trajimos a España y fue comiendo…”, recuerda Amat.  Pero antes de que ella y su marido Juanma se pudieran reunir con su hijo tuvieron que pasar por cuatro años de trámites y espera. Primero los psicólogos evaluaron su capacidad para adoptar. Cuando les concedieron el certificado de idoneidad, que los reconoce como aptos para la adopción, se pusieron en contacto con una ECAI, una Entidad Colaboradora para la Adopción Internacional. “La ECAI ‘rescata’ a tu hijo de un orfanato del gobierno, donde los niños pasan hambre y miseria, y lo llevan a un orfanato mejor, que ellos gestionan. – expone la madre adoptiva- En ese orfanato el niño va a tener comida, más higiene, va a estar mejor cuidado. En teoría”. El último paso del proceso de adopción es la asignación del niño. Los familiares cercanos han de renunciar a él en un juicio. La fotografía no lan dan hasta entonces. Suelen tardar un mes, pero Elisa Amat tuvo que esperar ocho meses. “El mejor momento es cuando ves a tu hijo, siempre que esté sano porque a veces los niños sufren desnutrición”. 

Etiopía es un país muy pobre, que atraviesa una gran sequía y carece de pantanos. La agricultura se ve muy afectada y la población pasa hambre. Hay muchos más niños de los que el país puede mantener. Solo en Addis Abeba, la capital, existen ochenta orfanatos y el gobierno no da ayudas. Por ello muchas ONG realizan proyectos para mejorar su situación. Entre ellas están el Grupo Abril y Abay Etiopía, con gran presencia en  Elda y Petrer. Elisa Amat es socia de Abay. Su contacto con la asociación se produjo a partir de la adopción porque entonces “surge la necesidad de ponerte en contacto con otros padres para que tu hijo se adapte mejor. Para que vea que no está solo y que hay otras familias que tienen niños adoptados”, declara. Todas las familias adoptantes de niños etíopes de Elda y Petrer son socios de esta asociación o de alguna similar. 

Las labores y objetivos de Abay
Abay Etiopía es una Organización No Gubernamental de Desarrollo, (ONGD), que tiene como uno de sus fines principales mejorar el proceso de adopción. Para ello  pretende incrementar el contacto entre los adoptantes y la comunidad etíope mediante charlas, jornadas, actos culturas. Pero la misión de la ONGD no se limita a las adopciones. Abay va a construir un centro polifuncional en Gaba Kemisa (Walmara), también colabora con un centro de autistas en Addis Abeba, proyectos de mejora de colegios y hospitales, lucha contra el estigma del SIDA mediante un espectáculo de marionetas o actuaciones para favorecer la agricultura.

El Grupo Abril
El Grupo Abril también realiza labores solidarias en Etiopía. Ahora va a empezar a colaborar con Abay. Ya lo hace con Mediterránea e Infancia Futura (IF) en Kenia, donde también actúa. El grupo está formado por diez miembros inscritos, todos de Elda y Petrer, pero cuenta con muchos más colaboradores, que participan de forma desinteresada. Según Teresa Ruiz, una de las impulsoras del grupo, este está compuesto de “enamorados de Etiopía”. La agrupación es conocida por sus cumpleaños solidarios y por sus fiestas para recaudar fondos. El próximo domingo 25 de marzo ha organizado una comida benéfica para financiar la intervención quirúrgica de un niño etíope. Uno de los proyectos de futuro más importantes de la asociación es el de la construcción de un orfanato en Kenia, del que la representante no puede dar detalles porque “es secreto”. Además de las acciones de ayuda en África también asisten a las personas necesitadas de Elda y Petrer. Teresa Ruiz cuenta que han ideado un sistema de trueque: “Ayudamos a las familias sin recursos a conseguir lo que necesitan y a cambio les pedimos cosas que no utilicen que a otros les vendrán bien”.

martes, 17 de abril de 2012

Crítica de El Retrato de Dorian Gray

La película El retrato de Dorian Gray de Oliver Parker es una adaptación decepcionante de la novela de Óscar Wilde. La historia es la misma: un joven inocente llamado Dorian cae bajo la influencia de Lord Henry Wotton que le enseña el estilo de vida hedonista y lo pervierte de tal forma que Dorian llega a convertirse en alguien mucho peor que él. El personaje sufre una terrible degradación moral pero ésta solo se ve reflejada en un retrato del joven, símbolo de su alma, mientras que su aspecto continúa siendo el mismo.

El film pretende llegar a un nuevo público, desconocedor de la obra, y para ello se aleja de la forma clásica para convertirse en una película efectista y ruidosa. Hay que decir que, a pesar de ello, El Retraro de Dorian Gray cuenta con algunos aciertos. Tanto el decorado como el vestuario son impecables y tiene una buena fotografía. Algunas escenas de la ciudad de Londres y de los muelles son muy bellas y están muy bien rodadas. Sin embargo, estos aspectos pasan desapercibidos entre los errores del film.      

Para empezar, la película abusa de los efectos sonoros para asustar al espectador, lo que resulta más molesto que otra cosa. La cinta no llega a asustar en ningún momento. Hay algunos sustos pero los efectos visuales no tienen una gran calidad. Sobre todo al final, en el momento que debería ser más terrorífico, el clímax, se hace evidente esta carencia.  Además, también hay un uso excesivo del flashback para mostrar la decadencia de Dorian.

La historia es buena pero se ve perjudicada por la poca profundidad de los personajes. La degradación moral de Dorian es demasiado repentina. En la película se muestra como un cambio brusco. En un momento Dorian es un joven inocente y manipulable y al siguiente un ser totalmente amoral. El cambio debería ocurrir de forma más pausada. También hay que decir que el actor, Ben Barnes (el príncipe Caspian de Las Crónicas de Narnia) no muestra la capacidad interpretativa necesaria para un personaje tan complejo y con tantos matices como es el joven Gray. No obstante, en la parte final de la película, cuando Gray que había perdido la pasión por la vida regresa a casa, su interpretación es mejor.

La película incide poco en las relaciones de Dorian con los demás personajes. Se podía haber sacado mucho más partido a la amistad de Dorian con Basil, el autor de su retrato, ya que este sentía algo más por él y trataba de “salvarlo”. También a su relación con su prometida, Sybill. Las muertes de ambos, Sybill y Basil, causadas por el protagonista (Sybill se suicida a causa del desprecio de Dorian y Basil es asesinado por él) tienen un gran efecto sobre él y son muestras de como, poco a poco, se está destruyendo así mismo y a todos los que le rodean.

La relación entre Dorian y Basil contrasta totalmente con la que mantienen Dorian y Lord Henry Wotton. Este último, interpretado por Colin Firth, es el causante de la corrupción del joven al enseñarle que lo único que importa en la vida es la belleza y el placer, aunque para conseguirlos se tenga que hacer uso de los demás. El oscarizado Firth hace una gran interpretación que destaca, sobre todo, al principio de la película y en la parte final cuando Lord Herny, preocupado por la relación de Gray con su hija, descubre el secreto del joven y lo lleva hasta su destrucción. La hija de Wotton, Emily, es interpretada por Rebecca Hall, y resulta un personaje totalmente plano. Su papel consiste únicamente en ser el instrumento que haga que Dorian se redima o quiera redimirse.

En definitiva, la película es entretenida y se deja ver, pero no es una reflexión sobre el hedonismo, el narcisismo y la moral como sí lo es la obra original.




martes, 20 de marzo de 2012

Contra el estigma y la discriminación

Enfermos, profesionales, asociaciones y familiares luchan contra el tabú de la enfermedad mental, muy arraigado en la sociedad

N. Carpena / Elche


El silencio de los corderos, Alguien voló sobre el nido del cuco, Psicosis, El resplandor. No es extraño que al oír el término “trastorno mental” alguien lo asocie con alguna de estas películas. El cine, la televisión, la literatura y los medios en general, tienen una gran influencia a la hora de crear estereotipos o trasmitir prejuicios. En el caso de las enfermedades mentales muchas películas u obras dan una imagen distorsiona o exagerada de las mismas. Esta imagen distorsionada es, en gran parte, la responsable de que existan mitos como que todos los enfermos mentales son peligrosos y violentos o que no tienen posibilidad de recuperación, cuando los estudios científicos demuestran lo contrario. Para acabar con el estigma es necesario informar a la población sobre la realidad de las enfermedades mentales.

Un individuo con una patología mental no es solamente un enfermo, es también una persona. Y como tal, sigue teniendo cosas que aportar. De hecho, muchas personas que han hecho grandes contribuciones a la humanidad padecían alguna alteración mental: Beethoven sufría trastorno bipolar; Howard Hughes,  un trastorno obsesivo-compulsivo; Emily Dickinson, trastorno de ansiedad; el Premio Nobel de Economía, John F. Nash, esquizofrenia; Abraham Lincoln, padecía depresión crónica.

Para acabar con la ignorancia y difundir la verdad de las patologías mentales la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de Elda ha celebrado su segundo aniversario con una jornada de puertas abiertas. Eulalia Carrata, jefa de esta sección, manisfestó que esto es necesario porque “la población ve la enfermedad mental como algo raro, extraño, que da miedo”. Uno de los aspectos que más preguntas genera en torno a los problemas mentales es el porqué se producen. La psiquiatra explicó que no se conocen las causas y que, por ello, hoy en día, no se pueden evitar, pero que intentan diagnosticarlas lo antes posible aunque “los pacientes suelen llegar muy tarde, a menudo cuando llevan años con la enfermedad”. Esto se debe a que  los síntomas del principio son “poco específicos”. Carrata también aclaró que a pesar de que el factor hereditario predispone eso “no implica que vaya a aparecer la enfermedad”.  Lo que puede desencadenar la patología mental es el surgimiento de estresores como la pérdida de los padres u otro ser querido, del empleo, etc.

La continuidad de cuidados
Sobre el funcionamiento de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica, Eulalia Carrata explicó que forma parte del engranaje de la atención al paciente y a la comunidad y que su fin es la recuperación del enfermo. La unidad trabaja con equipos multidisciplinares que, a su vez, trabajan con otros equipos. La continuidad de cuidados significa que hay que hacer un seguimiento del paciente a lo largo del tiempo y que hay que coordinarse con los demás equipos. La jefa de sección recordó que la hospitalización es “una de tantas medidas terapéuticas” y que se produce en un momento de crisis. Esta situación crítica no representa el proceso vital de un individuo: “El enfermo es una persona, tiene un proyecto de vida, tiene un trabajo, sale a divertirse…”, enfatizó la psiquiatra. Después de que el paciente abandone el hospital se produce un seguimiento. La recuperación del enfermo es un proceso único y personal, pero Carrata dejó claro que para conseguirlo es necesario que éste tenga objetivos y esperanzas. 

La lucha por la integración
Antonio Ramón Ramos Bernal, un sajeño de 32 años, es el ejemplo de que salir adelante es posible. Antonio fue diagnosticado de esquizofrenia y una vez recuperado ha escrito tres libros sobre su experiencia: “Diario de una enfermedad mental”, “El camino hacia la recuperación en la enfermedad mental” y “Stop al estigma de la salud mental”. Su objetivo es dar a conocer las enfermedades mentales, luchar contra el estigma y defender la igualdad de oportunidades. En el acto de presentación de sus libros celebrado en el hospital de Elda, Antonio habló sobre el estigma y las dificultades de integración. El escritor tiene claro que en lo que se refiere a la salud mental hay “una falta de sinceridad” y que el estigma “es el principal problema”. Reconoce que en un principio le  daba miedo publicar su libro porque sabía que desde ese momento “iba a llevar una etiqueta”, pero aun así tenía que hacerlo. En cuanto a la integración, Antonio subrayó la importancia de la reincorporación al mundo laboral para la rehabilitación del enfermo. Sin embargo, la incorporación al trabajo, al igual que formar una familia, presenta una gran dificultad. El problema no son solo los prejuicios sociales, sino también el autoestigma que hace que la persona se infravalore y autolimite. Antonio  destacó también la importancia de contar con apoyo, tanto de familiares y amigos como de profesionales. El escritor cree que el próximo paso para conseguir la igualdad deben darlo los enfermos: “El turno es nuestro”.


martes, 13 de marzo de 2012

Menos recomendar y más obligar

Asociaciones, instituciones y usuarios consideran insuficientes las medidas contra los desahucios porque el Código de Buenas prácticas es voluntario

N. Carpena/ Elche


El conjunto de propuestas "para reducir el impacto de los desahucios en los colectivos con riesgo de exclusión social" del ministro de Economía, Luis de Guindos, ha despertado todo tipo de críticas. Usuarios, oposición, asociaciones y expertos rechazan el carácter voluntario del Código de Buenas Prácticas para las entidades financieras, complementario a las medidas, y reclaman una legislación eficaz de carácter obligatorio. El aspecto más polémico del Código es la dación en pago, es decir, la entrega de la vivienda a cambio de la liquidación de la deuda, que recoge como una posibilidad en los casos de exclusión social y que los bancos decidirían aplicar o no.


El problema de los desahucios se ha agravado con la crisis económica y cada vez son más las familias que no pueden hacer frente a los pagos de sus hipotecas y alquileres. En muchos de los casos esto se debe a que todos los miembros de la familia  han perdido su empleo. Por ello, las nuevas medidas normativas incluyen en el umbral de la exclusión social a las unidades familiares con todos los miembros en el paro y cuya vivienda objeto de ejecución sea la única residencia. Las personas desalojadas o en riesgo de desahucio se encuentran desamparadas y en muchas ocasiones no saben a quién recurrir. Como explica en su revista oficial, la oficina del Defensor del Pueblo recibe quejas de forma continua de personas se enfrentan a un futuro desahucio de su vivienda, decidido o autorizado por el juez. Pero la actuación directa en los casos concretos suele ser “inviable” y las quejas casi nunca pueden ser tramitadas, precisamente debido a la intervención judicial directa. Por ello, la institución ha elaborado el informe “Crisis económica y deudores hipotecarios: actuaciones y propuestas del Defensor del Pueblo” en el que pide “medidas excepcionales para los hipotecados” y exige al Banco de España que proteja a los usuarios. 


La PAH y Adicae reaccionan
Protección a los derechos de los ciudadanos es lo que también reivindica la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, (PAH), que en un comunicado demanda ayuda para las familias porque “varias veces se ha anunciado medidas que finalmente a quien han beneficiado, una y otra vez, ha sido a la banca”. La PAH recuerda que el número de ejecuciones hipotecarias ya supera las 330.000 y que por ello las medidas deben auxiliar a las personas ya afectadas y no centrarse solo en el futuro. El comunicado ataca el carácter voluntario del Código de Buenas Prácticas bancarias: “Necesitamos una legislación que garantice el derecho a una segunda oportunidad y el derecho a la vivienda. El Gobierno pretende que esto sólo sea voluntario, nosotros exigimos que sea un derecho de la ciudadanía regulado, vinculante y de efectos retroactivos”.

En la misma línea está la Asociación de Usuarios de  Bancos, Cajas y Seguros, (Adicae). En una nota de prensa  Adicae  manifiesta que la decisión de incluir medidas como la dación en pago en el Código de Buenas Prácticas “convierte en papel mojado su eficacia y persiste en la desigualdad de trato entre la banca y los derechos de los consumidores” por lo que califica las reformas del Gobierno de “propuestas en el aire” que “generan demasiadas dudas”. Además  considera “marginales” otras de las medidas, como las ejecuciones extrajudiciales o las subastas online. Por su parte, el PSOE cree que las propuestas crean “falsas expectativas”.