En Elda y Petrer viven diversas familias con niños africanos adoptados
y el Grupo Abril y Abay ayudan a Kenia y Etiopía
N. Carpena/ Elche
Manuel no ha cumplido los siete años, al menos no oficialmente. En realidad podría tener siete y medio pero sus padres no lo saben. Ellos fueron los que eligieron su fecha de nacimiento porque cuando nació no fue apuntado en ningún registro. Esto puede parecer extraño pero es frecuente en Etiopía, el país de origen de Manuel. Él es uno de los niños adoptados por familias de Elda y Petrer.´
Elisa Amat, su madre adoptiva, explica cómo fue el proceso de adopción: “Dependiendo de la edad que tengas te dan un niño más pequeñito o más mayor, entonces a nosotros nos correspondía un niño de cuatro años para arriba”. Sin embargo, les dijeron que era posible que adoptaran a un niño de tres años. Tras la lectura del historial del niño y todos los pasos pertinentes ellos aceptaron. No obstante, Elisa cuenta que cuando vio la foto de su hijo ya se dio cuenta de que el niño no tenía tres años. La entrega de las fotografías a los padres adoptivos se realiza al final, porque es cuando más se sensibilizan. “Cuando lo vimos personalmente por supuesto pasaba por un niño de esa edad. Toda la ropa que le llevé le quedaba grande. Gastaba la talla 2 o 3, pero cuando lo trajimos a España y fue comiendo…”, recuerda Amat. Pero antes de que ella y su marido Juanma se pudieran reunir con su hijo tuvieron que pasar por cuatro años de trámites y espera. Primero los psicólogos evaluaron su capacidad para adoptar. Cuando les concedieron el certificado de idoneidad, que los reconoce como aptos para la adopción, se pusieron en contacto con una ECAI, una Entidad Colaboradora para la Adopción Internacional. “La ECAI ‘rescata’ a tu hijo de un orfanato del gobierno, donde los niños pasan hambre y miseria, y lo llevan a un orfanato mejor, que ellos gestionan. – expone la madre adoptiva- En ese orfanato el niño va a tener comida, más higiene, va a estar mejor cuidado. En teoría”. El último paso del proceso de adopción es la asignación del niño. Los familiares cercanos han de renunciar a él en un juicio. La fotografía no lan dan hasta entonces. Suelen tardar un mes, pero Elisa Amat tuvo que esperar ocho meses. “El mejor momento es cuando ves a tu hijo, siempre que esté sano porque a veces los niños sufren desnutrición”.
Etiopía es un país muy pobre, que atraviesa una gran sequía y carece de pantanos. La agricultura se ve muy afectada y la población pasa hambre. Hay muchos más niños de los que el país puede mantener. Solo en Addis Abeba, la capital, existen ochenta orfanatos y el gobierno no da ayudas. Por ello muchas ONG realizan proyectos para mejorar su situación. Entre ellas están el Grupo Abril y Abay Etiopía, con gran presencia en Elda y Petrer. Elisa Amat es socia de Abay. Su contacto con la asociación se produjo a partir de la adopción porque entonces “surge la necesidad de ponerte en contacto con otros padres para que tu hijo se adapte mejor. Para que vea que no está solo y que hay otras familias que tienen niños adoptados”, declara. Todas las familias adoptantes de niños etíopes de Elda y Petrer son socios de esta asociación o de alguna similar.
Las labores y objetivos de Abay
Abay Etiopía es una Organización No Gubernamental de Desarrollo, (ONGD), que tiene como uno de sus fines principales mejorar el proceso de adopción. Para ello pretende incrementar el contacto entre los adoptantes y la comunidad etíope mediante charlas, jornadas, actos culturas. Pero la misión de la ONGD no se limita a las adopciones. Abay va a construir un centro polifuncional en Gaba Kemisa (Walmara), también colabora con un centro de autistas en Addis Abeba, proyectos de mejora de colegios y hospitales, lucha contra el estigma del SIDA mediante un espectáculo de marionetas o actuaciones para favorecer la agricultura.
El Grupo Abril
El Grupo Abril también realiza labores solidarias en Etiopía. Ahora va a empezar a colaborar con Abay. Ya lo hace con Mediterránea e Infancia Futura (IF) en Kenia, donde también actúa. El grupo está formado por diez miembros inscritos, todos de Elda y Petrer, pero cuenta con muchos más colaboradores, que participan de forma desinteresada. Según Teresa Ruiz, una de las impulsoras del grupo, este está compuesto de “enamorados de Etiopía”. La agrupación es conocida por sus cumpleaños solidarios y por sus fiestas para recaudar fondos. El próximo domingo 25 de marzo ha organizado una comida benéfica para financiar la intervención quirúrgica de un niño etíope. Uno de los proyectos de futuro más importantes de la asociación es el de la construcción de un orfanato en Kenia, del que la representante no puede dar detalles porque “es secreto”. Además de las acciones de ayuda en África también asisten a las personas necesitadas de Elda y Petrer. Teresa Ruiz cuenta que han ideado un sistema de trueque: “Ayudamos a las familias sin recursos a conseguir lo que necesitan y a cambio les pedimos cosas que no utilicen que a otros les vendrán bien”.
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